¡Sí! ¡Hablo en serio! Si usted es mamá la invito a que por lo menos le eche un vistazo a esta “asociación” femenina fundada en el 2013 en España y que a pesar de enfrentar algunas críticas sigue prosperando. De hecho, su cuenta en Twitter ya en el 2014 crecía a razón de 100 seguidores diarios de acuerdo con el periódico El País.
Me estrené como mamá hace casi 16 meses y mi hombrecito de enormes pestañas y sonrisa coqueta me enamora cada día más; pero sin dudarlo puedo afirmar que ser mamá es… complicado, por decirlo de alguna manera… y si se le suma la aventura de emprender un negocio, ¡todavía más!
La realidad de ser madre nadie la dice; y de hecho, aunque alguien la dijera no se logra dimensionar hasta que una ya tiene al bebé en brazos, justo después de toda la euforia del nacimiento, ¿o no?
Esa es una de las razones por las que me ha gustado este club, porque ahí nadie oculta la verdad sobre el lío que conlleva compaginar la vida maternal con el trabajo, entre muchas otras situaciones; y lo dicen alto y claro cuando aseguran que es para “madres imperfectas que luchan por no perder su identidad como mujeres, por seguir creciendo profesionalmente y desmitificar la maternidad”; con lo cual esperan “acabar con el concepto de “superwoman”, ese que nos impone la sociedad y que no nos ayuda en nada”.
Pero el principal motivo por el cual le recomiendo que visite el club de malas madres es por el concepto creativo que hay detrás, parido por la publicista Laura Baena; y también por el storytelling de cada post con ese toque español, directo y franco, que nos desconcierta un poco a los latinoamericanos pero que a la vez nos cautiva.
Para muestra desde aquí le enlazo con dos de las entradas más recientes. Esta primera relata una de las tantas aventuras y desventuras de ser una “bimalamadre” (léase madre con dos hijos); y esta otra que ofrece una mirada real y sin filtros de Instagram al día a día de tener hijos.
La idea de un espacio como este no es del todo nueva, en inglés son célebres los blogs Her Bad Mother y Ninja Mom Diaries, por ejemplo; además hay muchos otros libros y reportajes que siguen impulsando el diálogo/debate sobre este tema.
Sin lugar a dudas puedo decirle que cuando encontré este club me encantó reconfirmar que el contenido que de verdad conecta con la gente, que va más allá de la alternancia offline y online en la que vivimos, es capaz de:
1) Cederle todo el protagonismo a las necesidades, inquietudes e intereses de la audiencia.
2) Inspirar.
3) Ser útil, enriqueciendo la vida de las personas.
4) Reflejar humanidad, en el sentido de que aspira a ser honesto antes que perfecto.
¡Y aún cuesta que muchas marcas se decidan a crearlo!
P.D. ¡Te amo hijo! ¡Gracias a ti esta mala madre ha aprendido a ser más soñadora y más valiente!
