“Transformar nuestro mundo”. Esa es la apuesta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (también conocidos como ODS) desde enero de 2016. En concreto son un conjunto de 17 objetivos y 169 metas… todo un reto en términos de comunicación interna y externa si consideramos que el promedio de atención del ser humano de la actualidad son solo 8 segundos, tiempo durante el cual apenas podrían enunciarse uno o dos de ellos.
No hay recetas rápidas para la comunicación efectiva, y menos cuando se trata de la Responsabilidad Social Empresarial. Este tema, a pesar de su impacto económico, social y ambiental le sigue resultando aburrido a muchas personas y creo que en gran medida eso se debe a un hecho sencillo pero contundente a la vez: con frecuencia, todos los mensajes sobre RSE suenan iguales.
A pesar del efecto directo de todos los problemas sociales, económicos y ambientales que afectan al mundo, los temas de responsabilidad social corporativa (RSC) y sustentabilidad nos parecen tremendamente aburridos. Es así. Preferimos enterarnos de las últimas noticias de Messi o de las Kardashians, antes que conocer sobre un programa empresarial que está solucionando problemas concretos de salud o educación.
Ahora somos unos consumidores-ciudadanos mucho más críticos y susceptibles a las acciones mercantilistas de las marcas e instituciones; y además hemos adoptado el tenaz escepticismo de la mayoría de medios de comunicación con respecto a estas temáticas.
Después de 13 años consecutivos siendo imbatible, Coca Cola perdió el primer lugar en el informe de las 100 marcas mejor valorados a nivel global que año tras año presenta la consultora Interbrand desde el 2000. Apple venció a “la chispa de la vida” (que ahora ocupa el tercer lugar) y de esa manera encabeza el top 3 seguida inmediatamente por Google.
Cuando vi la noticia, lo primero que recordé es que todavía tengo pendiente leer el libro “Dios, patria y Coca Cola”…, luego se me antojó una Coca con hielito tipo frozen… mmmmm y ya después pensé que a propósito de dicho estudio podía repasar velozmente algunos de los mensajes más emblemáticos que estas marcas han difundido.