La publicidad navideña que vemos en El Salvador ¡siempre es igual!: promociones y más promociones. Sé muy bien que desde la perspectiva comercial es la última oportunidad del año para vender a lo grande y hay que aprovecharla; pero ¿por qué no podemos sacar partido de la temporada también para fortalecer el valor de las marcas?
Ayer asistí al Congreso Nacional de la Publicidad Salvadoreña edición 2014, mejor conocido como CLAPS, sólo porque lo incluí como parte de la cátedra para mis alumnos de diseño estratégico y comunicaciones. En definitiva, es un buen esfuerzo formativo, informativo y de networking; pero a ratos creo que está demasiado enfocado a jóvenes estudiantes y precisamente por eso, los profesionales nos quedamos con ganas de mucho más.
No entiendo el fútbol americano. Mi esposo ha intentado explicármelo en incontables ocasiones pero aún no logro comprender ni siquiera los aspectos más básicos. Me pasa lo mismo con el béisbol así que cuando hay partidos relevantes de cualquiera de esos dos deportes los comparto con él, sentada a su lado… pero leyendo. Jejejeje. ¡Y lo mejor es que él lo acepta y lo valora!
El domingo 2 de febrero, fecha señalada para el Super Bowl XLVIII, la dinámica fue atípica y podría decirse que vimos 4 programas diferentes: el partido Seehawks-Broncos, las noticias sobre las elecciones presidenciales en El Salvador, el halftime show y, por supuesto, los anuncios publicitarios.
Últimamente, he visto varios comerciales de televisión en los que me parece que los mensajes y las imágenes no encajan del todo. Hay “algo” que impide que esos dos elementos se articulen por completo. Hal Stebbins en “Pildoras Publicitarias” (uno de los libros sagrados del copywriting desde 1969) dijo: “Todo lo que entra en un anuncio, incluyendo lo que se deja fuera, es texto”…Y tal vez en estos casos hay textos necesarios que se han dejado fuera.
Llegué poco después de las 9:00 a.m. Y es que aunque ya era viernes necesité pasar antes por un frozen de café para terminar de espabilarme. El acto de inauguración estaba abarrotado y pensé que ese era un buen augurio para todo el evento. Unos minutos después logré sentarme en la última fila y me dispuse a tratar de escuchar la primera ponencia; y digo tratar porque tres mujeres paradas justo detrás de mí compartían una amena charla entre ellas que se extendió por 20 minutos. ¡Grrrrrrrrrrrrrrrrrrr!
Catorce meses en igual número de agencias de publicidad diferentes: Ese es el desafío de Steve Taylor, un copywriter nativo de Ohio, Estados Unidos, a partir del próximo 1º de Diciembre.