Desde siempre, escribir bien se ha entendido como la capacidad de expresarse por escrito con claridad, coherencia y precisión:
- respetando el orden básico de sujeto-predicado en cada oración,
- utilizando una estructura adecuada en todo el texto,
- aplicando correctamente signos de puntuación,
- procurando usar un vocabulario variado,
- relacionando oraciones y párrafos con los conectores adecuados
- y, por supuesto, usando la gramática y la ortografía correctas.
Peeeeeeeeeero, cuando se trata del marketing de contenidos, TODO esto no es suficiente. Insisto, no es suficiente pero sí es fundamental. Es lo mínimo esperado. Porque cuando se trata de atraer, informar, interesar, entretener y persuadir, hay que ir varios pasos más allá.
Tanto en los cursos que imparto como en las consultorías que brindo, con frecuencia me hacen la pregunta que titula este artículo. Y me encanta cuando la escucho, porque refleja que mi interlocutor(a) sí se ha tomado el tiempo para intuir que hay “algo” más. ¡Y sí que lo hay!
Escribir bien, por ejemplo, puede marcar la diferencia entre un correo electrónico que sea leído y otro que sea eliminado al segundo de ser recibido; entre una publicación en redes sociales que le dé los resultados que espera, y otra que termine engullida por el maremágnum de contenidos publicados segundo a segundo.
Entonces, escribir bien en el contexto del marketing de contenidos significa:
Conocer muy bien a su audiencia. No se puede crear un contenido efectivo si no se conoce a quién va dirigido, sus características demográficas y, sobre todo, sus intereses y necesidades.
Recuerde: las audiencias no quieren perder tiempo consumiendo contenidos que no tienen nada que ver con ellos/ellas.
Atraparlos con un titular o caption que sea fácil de leer y de entender, que los atraiga y cautive en menos de 8 segundos. Y luego, también necesita un primer párrafo impactante.
Apelar a las emociones. Después de todo, está científicamente comprobado que los seres humanos tomamos decisiones de todo tipo, incluyendo las de compra, guiados por lo que sentimos mucho antes que por la lógica.
Incorporar palabras clave relevantes, para ayudar a los motores de búsqueda a indexar y clasificar sus publicaciones; y para mejorar la visibilidad de su marca.
Solo debe tener cuidado con respecto a la densidad de las keywords, o de lo contrario sus mensajes serán repetitivos y tediosos.
Saber aplicar la multimedialidad, es decir, la capacidad de combinar en un solo mensaje distintos formatos (texto, sonido, imagen, vídeo), seleccionando y usando con acierto TODOS esos ingredientes comunicativos.
Utilizar llamadas a la acción y nunca dar por sentado que las personas saben cuál es el siguiente paso que deben dar para avanzar en la relación con su marca.
Editar sin miedo ni pena. El primer texto resultante es un borrador y, por tanto, siempre puede mejorarse. Aunque eso signifique una pausa de por lo menos 5 minutos para luego volver a ver ese contenido con la mente un poco despejada.
Un consejo simple: lea sus mensajes en voz alta. Hágalo siempre antes de presionar el botón para enviar o compartir.
Ser capaz de conceptualizar y crear contenido único y original. En un mundo en el que se producen millones de piezas de contenido al día, los públicos están buscando mensajes frescos, innovadores y diferentes.
No copie contenido de terceros, eso no es ético y puede afectar su reputación online. Y en caso de curar contenido o de buscar referencias, hay que utilizar fuentes confiables y contrastadas.
Practicar. La mejor manera de aprender a escribir bien, si se dedica al marketing de contenidos es, precisamente, escribiendo.
Divertirse y disfrutar el proceso. En cuanto deje de pensar en escribir como una tarea tediosa, obtendrá mejores resultados. Lo que usted siente y experimenta mientras escribe se refleja en sus textos. Las personas pueden sentir su energía… ¡o su falta de ella!
En este 2023 estoy a punto de cumplir una década como copywriter a tiempo completo y por eso también puedo asegurarle que el proceso de escritura comienza mucho mucho mucho tiempo antes de enfrentarme a la página en blanco, cuando investigo a fondo sobre cada tema que voy a abordar. Y luego se necesita criterio, contexto, experiencia y conocimientos.
¿Qué le parece si trabajamos juntos(as) para que usted aprenda a escribir bien (¡cada vez mejor!) y eso le permita hacer un marketing de contenidos más efectivo? ¡Platiquémoslo por aquí!
¡Hasta la próxima!