Cuando en el año 2000 conseguí mi primer trabajo como copywriter, todo resultó natural, normal, sin complicaciones. Pero justo mientras pensaba en el tema para el artículo de este mes, caí en la cuenta de que, si hoy puedo dedicarme al copywriting con absoluta libertad, es gracias a mujeres copywriters que, muuuuuuuuuucho antes que yo, desafiaron las normas y abrieron las puertas en un mundo que, como tanto otros, era predominantemente masculino.
Así que este artículo es mi pequeño homenaje a todas ellas: a las que superaron barreras desde principios del siglo XX y a las lideresas actuales que siguen marcando la pauta en diferentes partes del mundo.
Porque si algo está claro es que contar historias, persuadir y conectar a través de las palabras es un arte, y muchas de las mejores artistas de este campo han sido y siguen siendo mujeres.
Las pioneras
Cuando la publicidad, el marketing y la comunicación eran dominio exclusivo de los hombres, algunas mujeres copywriters se atrevieron a desafiar el status quo y dejaron huella en muchas marcas y en las personas que las compraban.
La primera que quiero presentarle es Helen Lansdowne Resor (1886-1964), la primera redactora creativa contratada por J. Walter Thompson. En esa agencia no solo demostró su talento, sino que creó un departamento compuesto exclusivamente por mujeres copywriters.
Además, en 1911, causó una revolución al crear una de las primeras campañas dirigidas a mujeres con un enfoque emocional para el jabón Woodbury: “A skin you love to touch” (Una piel que amas tocar), una pieza innovadora que utilizó la sensualidad para vender un producto.

Bernice Fitz-Gibbon (1894-1982) inició su carrera en los años 20 como copywriter de Macy´s. Su talento especial la llevó a ser una de las mujeres copywriters mejor pagadas del sector retail; y en la década de 1950 fundó su propia agencia.
Otra de mis favoritas es Jean Wade Rindlaub (1904-1991), quien en los años 40 y 50 creo campañas icónicas para marcas como Betty Crocker y contribuyó a seguir cambiando la manera en que las marcas se dirigían a las mujeres.
También fue una mujer la que transformó la percepción sobre el tinte para el pelo en los años 50. Su nombre, Shirley Polykoff (1908-1998). Ella creó la célebre campaña de Clairol: “Ella lo hace, ¿sí o no? Un color tan natural que solo su peluquero sabe que es teñido.”
Así, su enfoque hizo que la coloración dejara de ser un tabú y se convirtiera en un símbolo de belleza accesible. Aún recuerdo, aunque sea de forma vaga, cuando siendo una niña veía esa publicidad en los salones de belleza cuando acompañaba a mi mamá y a mi hermana.
Si es parte de este mundillo o solo le gusta la historia de la publicidad, habrá visto o escuchado el famoso eslogan “A diamond is forever” (Un diamante es para siempre) de De Beers… aunque ahora esta marca ya no tiene muy buena reputación ☹. Pero eso no minimiza la genialidad de Mary Frances Gerety (1916-1999), que logró posicionar a los diamantes como símbolos de amor eterno, una idea que aún perdura.
Otra campaña que ha pasado a la historia es la del escarabajo de Volkswagen “Think small” (Piensa en pequeño). La gran Phyllis Kenner Robinson (1921-2010) fue parte del equipo detrás de esta idea.
¿Por qué es una genialidad? Pues porque hasta entonces el mercado de carros pequeños en Estados Unidos era inexistente. Con esa frase las y los compradores descubrieron y valoraron una nueva categoría; así como las ventajas de un auto compacto en un mercado dominado por vehículos grandes.


Mary Wells Lawrence (1928-2024) también destaca en este grupo de mujeres copywriters por haber creado el mítico lema “I love New York” (Yo amo Nueva York) en los años 70, impulsando el turismo y la imagen de la ciudad.
Finalmente, quiero hablarle de Ilon Specht (1943-2024), reconocida por crear el icónico eslogan «Porque yo lo valgo» para L’Oréal, destacando la independencia y el valor propio de las mujeres en una época donde prevalecían estereotipos limitantes.
Specht tenía 23 años cuando empezó a trabajar como redactora en la agencia McCann-Erickson. Y ahora, más de cinco décadas después, el cortometraje de 17 minutos llamado “The Final Copy of Ilon Specht” le está haciendo justicia.
Dirigido por el doble ganador del Oscar, Ben Proudfoot, se presentó a escala mundial el año pasado en el Festival de Cine de Tribeca. Y desde el pasado 8 de marzo de 2025 está disponible en Prime Video (aunque debo aclararle que al escribir este artículo yo no lo he visto aún).
Ella desafió las normas de su tiempo y se atrevió a llevar la creatividad a terrenos inexplorados por la industria de la belleza y la publicidad. En suma, creo una frase que trascendió la publicidad para convertirse en un manifiesto de empoderamiento femenino.
Las que lideran el copywriting hoy
Hoy, el liderazgo de las mujeres en el copywriting continúa fortaleciéndose. Sobre todo, en un mundo donde el marketing de contenidos ha ampliado las oportunidades para las creativas de todo el planeta. Y también porque el copywriting ya no está supeditado a las agencias de publicidad y es una industria pujante e independiente.
En mi opinión, Ann Handley es la más influyente de las mujeres copywriters en Estados Unidos. Su libro “Everybody Writes” es un referente para cualquier persona interesada en la escritura persuasiva.
Adriana Cury y Joanna Monteiro brillan desde Brasil. La primera, es una da las mentes creativas más importantes de su país. Y la segunda ha sido reconocida como una de las publicistas más influyentes del mundo por su capacidad de crear campañas innovadoras que combinan tecnología y storytelling.
España también cuenta con mujeres poderosas en el copywriting. Entre ellas sobresalen Rosa Morel, con su enfoque en copywriting persuasivo, que ha enseñado a miles de emprendedores/as a mejorar su comunicación comercial. Maïder Tomasena, por su parte, ha creado una de las primeras academias de copywriting en español.
En el Reino Unido, Vikki Ross ha trabajado con marcas globales como Sky y Spotify, destacándose como experta en el tono de voz de las marcas. Sue Unerman, por su parte, es una de las estrategas más influyentes de ese país.
Un legado inspirador
Gracias a todas ellas, el copywriting es lo que es hoy. Gracias a las mujeres copywriters pioneras que rompieron techos de cristal, hasta las que están dinamizando esta profesión en esta era de la inteligencia artificial, hoy muchas podemos dedicarnos a la redacción creativa y persuasiva con orgullo, y en un entorno más inclusivo.
Estas mujeres visionarias, con su talento y valentía, han pisado fuerte en una de las industrias más competitivas del mundo y nos siguen enseñando que las palabras son la base para cambiar percepciones, mover emociones y, en definitiva, transformar el mundo.
Este es mi tributo a ellas, a su creatividad y a su audacia, porque sin ellas, quizás yo tampoco estaría aquí escribiendo este artículo.