A lo largo de este 2017, sobre todo mientras trabajaba con grandes empresas, tuve la oportunidad de conocer un poco sus planes estratégicos para los años 2020 y 2030. Entonces, entre ceja y ceja se me metió la idea de hacer uno para mí, para mi Trastienda, específicamente para el 2020 que ya está a la vuelta de la esquina. Sé que ya estoy un poco tarde, pero eso no me impedirá lograrlo.
Y lo primero que hice fue averiguar de dónde proviene la fascinación por esa fecha. De ese modo me encontré con varios datos muy interesantes. Por ejemplo, de acuerdo con Forbes México en 2020 el 50% de la fuerza laboral será Millennial y el 61% de la población en Latinoamérica estará conectada a internet.
TechCo, por su parte, ha estimado que habrá más de 75 millones de dispositivos conectados a Internet (con todo lo que eso implica para la forma cómo nos estamos relacionando y comprando); e Infomentum encontró que el 91% de los colaboradores consultados por ellos en un estudio cree que su empresa, si prosigue con su estrategia actual, no será competitiva en 2020. Y así, si lo “googlea”, verá que hay muchas más proyecciones de esta índole.
En este contexto, lo que sí parece omnipresente es esta meta: mantenerse relevante, aplicado para profesionales y marcas por igual. Después de todo, como lo explica el autor y futurista Wolfgang Grulke, «vemos un mundo más allá de 2020 más competitivo que nunca; un mundo en el que correr riesgos será lo más seguro”.
En lo que respecta al Marketing de Contenidos, los colegas del Content Marketing Institute aseguran que esta área de gestión ha evolucionado desde simplemente describir el valor de un producto o servicio (es decir, sus características y beneficios) hasta realmente crear valor a través de experiencias increíbles. Por lo anterior ellos auguran que en 2020 el contenido se consolidará como un activo estratégico de diferenciación y posicionamiento… pero también en ese año tendremos que enfrentarnos a lo que los expertos de MarketingProfs llaman, la “fatiga de los compradores”, debido a la saturación de mensajes en demasiados puntos de contacto.
De cualquier manera, tras analizar toda esta información sí tengo una idea bien clara: Este es realmente uno de los momentos más emocionantes para ser una mujer emprendedora, una copywriter; para crear contenidos offline y online para marcas que saben que el único camino ahora es volverse irresistibles.
Así que aquí le comparto mi checklist preliminar con los principales aspectos de mi planificación 2020 que espero completar entre diciembre y enero próximos:
- Mi formación: una de mis prioridades es mi capital intelectual, sin cansarme de desaprender y volver a aprender. Por eso me encanta la frase que dice «At every stage of life, you should be a rookie at something» / “En cada etapa de la vida deberías ser un novato en algo”, de Chris Dionigi, subdirector del National Invasive Species Council, de Estados Unidos.
- Un mindset colmado de confianza y perseverancia.
- Identificar y lanzarme a asumir más riesgos (controlados jejejeje); es decir, mantenerme abierta a nuevas relaciones, a experimentar y, como bien dice Juan Merodio, hacer que mi zona de confort sea estar fuera de la misma.
Tal vez este listado le parezca muy personal; así que si usted quiere hacer lo mismo para su empresa/marca/departamento, le recomiendo responder estas 4 preguntas:
- Piense, con el mayor detalle posible, ¿qué quiere para el 2020? Trate de describirlo con el mayor detalle posible, solo así podrá definir sus expectativas con mayor exactitud.
- Reconozca si tiene claro cómo se está moviendo el nuevo mundo de hoy y cómo lo hará en los próximos dos/tres años. Aquí me refiero a micro y macro tendencias, tanto locales como globales. Y si ve que aún le falta conocerlas más, ¡póngase manos a la obra!
- ¿Dónde estarán sus clientes en 2020?
- ¿Quiénes y cómo serán sus nuevos clientes en 2020?
Luego, con todas sus respuestas y el respectivo análisis viene el paso más importante: Piense qué está haciendo su empresa/marca/departamento hoy y compárelo de manera brutal (sin delicadeza ni timidez) con lo que está necesitando su mercado.
Disculpe la franqueza, pero con demasiada frecuencia me encuentro con prospectos y clientes que siguen creando productos y servicios sin alinearse con las necesidades, expectativas e intereses de los compradores. Y esa es la mejor receta para, justamente, dejar de ser relevante en el 2020.
A partir de este momento solo tenemos dos años para adaptarnos y, si es posible, anticiparnos a todos los cambios que se avecinan. Yo quiero prepararme de la mejor forma posible, ¿y usted?