La consultora Deloitte pronostica que en solo 10 años serán el 75% de la fuerza laboral del mundo; por su parte, el tanque de pensamiento The Center for Generational Kinetics ha asegurado que su forma de comprar es diferente a la de cualquier generación anterior, ¡incluyendo la mía que no está tan lejos de la de ellos!
Durante el 2014 tuve contacto semanal con los milllennials gracias a las clases que impartí en la Escuela de Comunicación Mónica Herrera y en la Universidad Dr. José Matías Delgado. Desde el 2006 no había vuelto a las aulas como catedrática, así que poco a poco fui entendiendo patrones de su comportamiento que desconocía por completo.
De entrada, aunque suene un poco tonto, me admiró cuando caí en la cuenta que ellos no habían conocido una vida sin el internet. Ellos de verdad son nativos digitales, no sólo por sus habilidades relacionadas, sino porque cada minuto de sus vidas lo experimentan en el mundo real y simultáneamente en el online… sus smartphones casi casi son extensiones de sus cuerpos, de su manera de percibir TODO lo que les rodea. Con esos dispositivos tomaban fotografías de los esquemas y explicaciones que les parecían más interesantes (¡ahorrándose el tiempo de copiarlos!); o buscaban en Google los temas de los que hablábamos para hacer preguntas o comentarios más agudos en “tiempo real”.
Pero lo que más me asombró fue su poderosa capacidad para habitar en el ruidoso mundo de hoy: a cada instante son bombardeados por nueva información que asimilan y discriminan con una habilidad impresionante; y en medio de ese caos pueden enfocarse para marcar el ritmo de lo que son y serán en los próximos años la economía, la sociedad, la política y la vida misma.
Santiago Gramunt, presidente de Innocean Worldwide, lo ha descifrado con una claridad que me alucina: “Cada millennial es un medio de comunicación en sí mismo, que absorbe y distribuye información”.
Así que con ellos y por ellos aprendí que el copywriting de hoy, más que nunca antes, debe agilizar oraciones, eliminar cualquier exceso o redundancia, y sobre todo enfocarse en crear mensajes fuertes, simples, claros y concisos. Creo que todos los que trabajamos del lado de las marcas debemos aprender a dominar magistralmente el nuevo arte de DESTILAR mensajes que les digan los beneficios más relevantes de un producto o servicio, en la menor cantidad posible de palabras, siempre en un tono cercano y conversacional.
Suena fácil; pero desde mi práctica diaria como copywriter puedo asegurarles que es todo un reto. ¡Trate de hacerlo ahora! Cree una oración con menos de 10 palabras que sea comprensible, atractiva y fácil de recordar para presentar su marca y luego me cuenta…
¡Ah! ¡Casi lo olvidaba! También comprobé que los millennials están empeñadísimos en dejar el mundo mucho mejor que como lo han encontrado y están dispuestos a exigirle un comportamiento similar a todas las empresas y organizaciones con las que se relacionan recurriendo a críticas que, irremediablemente, tienen eco a escala global.
¡Hasta la próxima!