En El Salvador, el decreto legislativo número 279, declara que el tercer viernes del mes de octubre de cada año es el «Día del publicista». Y desde que tengo memoria, invariablemente, asocio esta profesión con los eslóganes publicitarios.
Poco antes de comenzar la universidad mi sueño era ser publicista, por eso en cuanto tuve oportunidad me incorporé a una agencia de publicidad allá por el año 2000 como copywriter. Siempre me admiro por ello, pues contrasta enormemente con mi temperamento introvertido… pero eso es otro tema.
Así que, para conmemorar esta fecha relacionada con la profesión que me atrajo al mundo de las comunicaciones, justo quiero hablar de los eslóganes publicitarios en la era digital.
Desafíos del contexto cibernético
Hoy, las marcas enfrentan una realidad compleja: el contenido que generan y distribuyen debe ser breve, dinámico y consumido en un instante.
Así que quiero que en este artículo exploremos juntos(as) cómo los eslóganes publicitarios pueden mantenerse relevantes en un mundo donde los usuarios consumen cientos de mensajes cada día; lo que significa que estas cortas frases deben competir con imágenes, videos y muchos otros recursos.
El legado de los eslóganes publicitarios
En los días dorados de la publicidad, a mediados del siglo pasado, los eslóganes publicitarios eran EL elemento central de LA campaña publicitaria. Punto.
Ahora, el entorno digital y la inteligencia artificial lo han cambiado todo. Las personas interactúan con las marcas en múltiples plataformas: desde Facebook e Instagram hasta sitios web y aplicaciones móviles. Entonces, los eslóganes publicitarios enfrentan dos retos clave: la brevedad extrema y la coherencia en esos múltiples canales.
Flexibilidad y adaptabilidad
Lo anterior plantea una pregunta importante: ¿puede un eslogan seguir capturando y representando la esencia de una marca?
Mi respuesta es sí; no obstante, deben ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a campañas en Instagram, YouTube, Twitter y TikTok, plataformas en las que los formatos cambian constantemente y los usuarios buscan experiencias únicas.
Esta adaptación, básicamente, consiste en hacer que el mensaje, además de corto, invite a la interacción y sea cercano, facilitando la identificación del público con él.
Casos de éxito: ejemplos inspiradores
Por tanto, una buena práctica es idear eslóganes publicitarios considerando su adaptación a hashtags, creando una invitación abierta a que los usuarios compartan contenido propio y creen un vínculo emocional con la marca.
De este modo, los eslóganes publicitarios se convierten en un mensaje que el público puede moldear y personalizar, generando conexión y fidelidad.
Algunos ejemplos:
- El icónico “Red Bull te da alas” promete una sensación de energía y empoderamiento, y se ha adaptado a mensajes como #FeelTheWings en redes, incentivando a su público a compartir sus propias experiencias de adrenalina.
- “I’m Lovin’ It,” de McDonald´s ha sido adaptado en redes a #LovingIt, una variación que conecta y facilita que las personas lo hagan suyo.
- #ThinkDifferent sigue motivando a los usuarios a pensar fuera de la caja y mostrar su creatividad, resonando especialmente con su base de seguidores más jóvenes y disruptivos.
Precisamente, estas referencias también demuestran lo que NO ha cambiado: el imperativo de conectar a nivel emocional.
Incluso, hay marcas que están optando por tener variaciones de un mismo eslogan, mientras que otras se enfocan en mensajes temporales que conectan mejor con campañas específicas.
Sin embargo, incluso en este contexto cambiante, un eslogan fuerte y relevante sigue teniendo el poder de sintetizar la propuesta de valor de una marca y de conectar con el público de una manera significativa.
Veamos el caso de Spotify, con mensajes y eslóganes que se adaptan a las preferencias de sus usuarios:
«Escucha lo que amas»: la marca utiliza esta idea en sus campañas para resaltar su capacidad de ofrecer música que se ajusta a los gustos del oyente. Y cuando los usuarios inician sesión, el mensaje puede ser personalizado en función de sus hábitos de escucha.
«Spotify Wrapped», que proporciona a los usuarios un resumen de su actividad musical del año. Aparte de estadísticas, el mensaje que acompaña puede ser más personalizado, como “¡Mira cómo sonó tu año!” o “Tus momentos musicales de 2024”. El eslogan varía cada año, pero el mensaje central siempre gira en torno a la personalización y la conexión de cada persona con la música que ama.
Colaboraciones con artista: Spotify a menudo impulsa campañas en colaboración con artistas en torno a lanzamientos de álbumes. Por ejemplo, puede haber un eslogan como «Explora el nuevo sonido de (nombre)», adaptando el mensaje a la popularidad y al estilo musical de cada artista.
En conclusión, aunque su función ha cambiado, los eslóganes publicitarios siguen siendo valiosos. Sin embargo, ya no necesitan ser el único elemento memorable de una campaña, sino un componente de un mensaje más amplio.
La clave es mantener la esencia de lo que hace único a cada negocio, creando un mensaje que resuene en lo inmediato, pero con la flexibilidad de adaptarse y evolucionar a mediano y largo plazo. Y en eso, la autenticidad y la claridad nunca pasarán de moda.
¡Hasta el próximo mes!