“Transformar nuestro mundo”. Esa es la apuesta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (también conocidos como ODS) desde enero de 2016. En concreto son un conjunto de 17 objetivos y 169 metas… todo un reto en términos de comunicación interna y externa si consideramos que el promedio de atención del ser humano de la actualidad son solo 8 segundos, tiempo durante el cual apenas podrían enunciarse uno o dos de ellos.
¿Ya había escuchado sobre los ODS? Si no es así, no se preocupe. Aunque ya tienen más de un año en la agenda mundial, aparentemente aún no han logrado alcanzar a la gran mayoría de ciudadanos cuya vida pretenden mejorar. Y si quiere leer más sobre ellos puede hacerlo aquí. También a continuación puede ver uno de los videos oficiales de presentación de los mismos.
Muchas empresas, gobiernos y organismos internacionales ya están trabajando para su adopción e implementación. En el caso específico de El Salvador, en el marco de la Semana de la RSE que año tras año organiza la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS), 17 entidades firmaron un convenio para la conformación de una red local del Pacto Global el pasado 10 de julio.
En mi caso particular no pude asistir a esta gran actividad los cinco días que duró, pero si participé en la jornada del martes 11 de julio dedicada específicamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible con el nombre “Agenda 2030: ODS, que nadie se quede atrás”. Y tras escuchar a los distintos ponentes pensé ¿cómo podrían/deberían comunicarse hacia el interior y exterior de una empresa? ¿Cómo vincularlos a la experiencia que ofrece una marca? Después de todo, comunicarlos es parte fundamental para que construyan una nueva realidad dentro de solo 13 años (que es el plazo establecido por las Naciones Unidas).
Tres elementos fundamentales
Precisamente, por la complejidad de los ODS, creo que la comunicación con cada stakeholder debe ser muy específica, a la medida de cada circunstancia particular (de país y de empresa u organización). Por ejemplo, con la alta dirección es fundamental que comprendan 2 elementos: 1) los riesgos para la supervivencia de la empresa en el corto, mediano y largo plazo si no actúan ya; y 2) ¿cómo pueden realmente contribuir y sumar esfuerzos de forma concreta?
Así que hoy quiero concentrarme en compartirle algunas ideas para comunicarlos a dos públicos en particular, colaboradores y consumidores, pero “más allá de lo teórico”, tal como lo indicó de forma magistral la costarricense Roxana Víquez, Directora regional de sostenibilidad corporativa en BAC Credomatic.
Ni colaboradores ni clientes tienen ganas ni tiempo para contenidos ególatras al respecto de los ODS. Ellos conocen cómo son las marcas en el mundo real en el que viven, así que le invito a considerar estos factores para comunicarse con ellos con respecto a este tema:
1) Actúe, haga lo que tenga que hacer y, primero, deje que los hechos hablen por sí solos.
No deje de valorar el poder de la comunicación boca en boca. Sigue siendo importante, sobre todo ahora con el auge de los “influencers” anónimos que pueden surgir de cualquier lado y en cualquier momento. Al respecto, el ejemplo que Víquez planteó sobre lo que están haciendo para “poner fin a la pobreza” (ODS 1) en la que viven alrededor de 500 colaboradores de esta entidad bancaria, me marcó mucho. Definitivamente, ese tipo de acciones gritarán a los cuatro vientos resultados que decenas de campañas de comunicación no podrían.
Y a la vez me recordó lo que plantea el libro “How to sell anything to anybody”, de Joe Girard, cuando afirma que cada individuo conoce, en promedio, a 250 personas lo suficientemente importantes para él o ella. Así que con las cifras del BAC Credomatic podemos hacer el siguiente cálculo: 500 colaboradores y 250 conocidos sería igual a 125 000 personas. ¡Nada mal!, ¿verdad? Además de un impacto positivo en la satisfacción laboral. Por tanto, desde el área de comunicación es posible generar este efecto cascada facilitando el desarrollo de acciones puntuales.
2) A nadie le importa su marca; la gente solo se preocupa de sí misma.
Ya lo he mencionado varias veces en otros posts, pero aquí aplica todavía más si cabe. En consecuencia, haga un buen ejercicio de empatía, póngase en el lugar de sus colaboradores/consumidores, anticipándose a sus preguntas, dudas e intereses y piense: “¿Qué debería decirme la empresa a mí para que yo quisiera conocer (más) sobre este proyecto o actividad de los ODS? ¿De qué manera la empresa mejora la vida de los colaboradores y la de sus familias… cuida su salud y bienestar, impulsa la educación de calidad, reduce las desigualdades sociales, etc.? Y luego dígaselos con un lenguaje conciso y natural, tal como se habla en el día a día. ¡Sin tecnicismos!
3) Aplique storytelling.
Es la forma más directa de conquistar el corazón de su equipo humano y de sus clientes. Es aprovechar su trabajo a favor de los ODS para conversar con ellos acerca de SUS necesidades, que a su vez serán el mejor combustible para sus historias.
Está comprobado que nuestro cerebro siempre anda en busca de historias; por eso es que pasamos la tercera parte de nuestras vidas ¡soñando despiertos! Por tanto, céntrense en lo que la gente realmente quiere: estabilidad, pertenencia, seguridad, paz, justicia, igualdad y así sucesivamente.
Finalmente, considere que puede contar historias a través de diferentes canales/soportes: empaques, redes sociales, medios impresos… no solo videos.
¡Hasta la próxima!