“Aquí no damos clases, diseñamos y promovemos experiencias de aprendizaje”. Así me explicaron la misión de la Escuela de Comunicación Mónica Herrera cuando comencé a colaborar con ellos y esas palabras, sencillas pero contundentes, me sirvieron para comenzar a entender la metodología de trabajo a la que estaba a punto de incorporarme. Por otra parte, la misión de Starbucks es ser el tercer lugar en la vida de sus clientes después de sus hogares y sus trabajos.
A ejemplos como estos me refiero con el titular de este post. Después de todo, aunque miles de libros de gestión empresarial aseguran que la misión y la visión son fundamentales en la planeación estratégica de cualquier empresa, en el mundo real las cosas son muy diferentes.
Con frecuencia me encuentro con clientes que no las tienen, que las han redactado a medias o que simplemente utilizan enunciados incomprensibles en sus sitios web y en las paredes de sus empresas, sin que nadie recuerde con claridad cómo llegaron ahí sólo para cumplir un requisito.
La redacción de estos dos mensajes básicos para expresar qué hace una empresa y a dónde quiere llegar (respectivamente) no tiene por qué ser un ejercicio complicado, aburrido o peor aún, verse como innecesario. Con esas dos declaraciones, negocios de cualquier tamaño y sector tienen la oportunidad dorada de comunicarle a sus públicos internos y externos qué las hace únicas y diferentes.
Por todo lo anterior, a continuación quiero compartirle 5 tips que espero le guíen para formular la misión y visión perfectas a la medida de su empresa:
1. Pídale a algunos miembros de su equipo de trabajo que describan qué hace su empresa por y para los clientes, y cómo lo hace; ellos le aportarán perspectivas novedosas. Motívelos a que lo expliquen con detalle y con palabras lo más alejadas posible de la jerga típica de su sector. ¡Este será un excelente punto de partida, se lo aseguro!
2. Con todos esos insumos comience a escribir como si se tratara de un ejercicio de redacción libre, sin querer que todo quede perfecto al primer intento. Pero sí cumpla con un requisito clave: plantee los mensajes en función del BENEFICIO que su negocio ofrece, no se enfoque en los atributos o características de su producto o servicio.
3. Enfatizando lo indicado en el punto 1, trate de innovar en el vocabulario, atrévase a utilizar nuevas palabras que nadie más está usando entre sus competidores.
4. Asegúrese de utilizar un tono cercano y conversacional. Las redes sociales han impuesto un estilo de comunicación relajado, ágil y entretenido.
5. Esfuércese para expresarlo todo en menos de 25 palabras o, si lo prefiere, en los famosos 140 caracteres que ha promovido Twitter desde sus orígenes. Ciertamente, no sólo la longitud influye, pero determina en buena medida cómo se asimila y se interioriza lo que leemos o escuchamos.
¡Hasta la próxima!