Siempre he pensado que la comunicación efectiva se logra con la mejor sinergia entre qué se dice, quién lo dice y cómo lo dice. Y más aún en un discurso, cuando la interacción cara a cara con la audiencia exige –hoy más que nunca- informar, entretener y persuadir.
El pasado sábado 20 de septiembre la actriz británica Emma Watson, de 24 años, fue la portavoz del lanzamiento de la campaña HeForSheen las Naciones Unidas. Para quienes aún no la ubican les amplío que ella interpretó durante una década a Hermione Granger en la serie de películas de Harry Potter.
Al final de este post encontrarán el video subtitulado en castellano. Son casi 12 minutos, pero creo que vale la pena invertir el tiempo para apreciar un buen ejemplo de progresión de ideas y, por supuesto, la actuación de esta famosa jovencita.
¡Me encantaría saber quién redactó el discurso en realidad!, qué firma maneja la imagen pública de Emma (ya lo googleé y no encontré nada), cómo intervinieron los representantes de la ONU y ella misma… sin embargo, más allá del chisme, quiero destacar las 7 claves de éxito que he identificado en esta disertación:
1) El primer paso para la conceptualización de un discurso es definir con claridad un objetivo de comunicación que en este caso, desde mi perspectiva, fue: combatir las percepciones negativas con respecto al feminismo; que es también la esencia de la campaña.
2) La introducción DEBE enganchar a la audiencia, no hay otra alternativa. Al respecto creo que en esta ocasión le apostaron a la presencia de la portavoz mucho más que al impacto del mensaje en sí.
3) El desarrollo o parte central de un discurso es la más complicada porque se lucha, palabra tras palabra, para que la atención no decaiga. Y me pareció simpático que justo en el momento en que posiblemente algunos comenzábamos a preguntarnos ¿y esto entonces de qué va?, Emma con calculada candidez dijera: “¿Quién es esta chica de Harry Potter? ¿y qué está haciendo dando un discurso en las Naciones Unidas?… Todo lo que sé es que este problema me importa y quiero hacerlo mejor… siento que es mi responsabilidad decir algo”.
4) Desde la introducción hasta la conclusión es vital que predominen las frases cortas con mensajes directos. Algunas de las más destacadas a mi parecer fueron:
-“Queremos terminar la desigualdad de género y para hacerlo necesitamos que todos se involucren”.
-“Feminismo, por definición, es la creencia de que hombres y mujeres deben tener derechos y oportunidades en igualdad”.
-“Mis padres no me amaron menos porque haya nacido mujer”.
-“Los hombres tampoco tienen los beneficios de la igualdad”
5) Hay que saber utilizar en forma equilibrada las repeticiones para abonar a la contundencia de lo que se plantea: “Creo que es justo que me paguen lo mismo que a mis compañeros hombres. Creo que es justo…que socialmente yo merezca el mismo respecto que los hombres… pero lamentablemente, que no existe ningún país en el mundo donde todas las mujeres puedan recibir estos derechos, ningún país que pueda decir que ha logrado la igualdad de género…”
6) La empatía no debe faltar, sobre todo la que se refleja al compartir experiencias personales relacionadas directamente con la temática que se desarrolla.
7) Siempre es recomendable utilizar estadísticas que permitan visualizar y dimensionar una situación específica en forma más cercana: “15.5 millones de muchachas se casarán en los próximos 16 años siendo niñas aún; y según las estadísticas actuales hasta en el año 2086 todas las muchachas que vivan en zonas rurales de África tendrán acceso a la educación secundaria”.
Y a usted, ¿qué otros aspectos le parecen significativos en la elaboración de un discurso como este?