Cada día se lee más. Y me refiero específicamente a que no se puede navegar por internet sin leer… y leer bastante. Así que para quienes aún no lo conocen, hoy quiero presentarles Longform, un sitio del cual FastCompany asegura: “Los comentarios de los usuarios han transformado este espacio para lectores ávidos en un proyecto que podría cambiar la forma en que el mundo lee online”. ¿Será?
El informe Mind the Gap, publicado en España a finales de octubre pasado, acaba de revelar discrepancias entre lo que los comunicadores creen que es efectivo para construir una imagen de liderazgo; y lo que realmente impacta la opinión de las personas.
Ayer asistí al Congreso Nacional de la Publicidad Salvadoreña edición 2014, mejor conocido como CLAPS, sólo porque lo incluí como parte de la cátedra para mis alumnos de diseño estratégico y comunicaciones. En definitiva, es un buen esfuerzo formativo, informativo y de networking; pero a ratos creo que está demasiado enfocado a jóvenes estudiantes y precisamente por eso, los profesionales nos quedamos con ganas de mucho más.
150 millones y sumando. Entre abiertos y realmente activos hay más de 150 millones de blogs en el mundo. Genuinamente, la información ya es un commodity así que destacarse y construir una comunidad de seguidores es cada vez más complicado.
La noticia de una niña noruega de 12 años que planeaba casarse con un hombre de 37 y un proyecto dedicado a vender personas en Bélgica me mantuvieron pegada al monitor de la computadora durante más de una hora unos días atrás.
No hay recetas rápidas para la comunicación efectiva, y menos cuando se trata de la Responsabilidad Social Empresarial. Este tema, a pesar de su impacto económico, social y ambiental le sigue resultando aburrido a muchas personas y creo que en gran medida eso se debe a un hecho sencillo pero contundente a la vez: con frecuencia, todos los mensajes sobre RSE suenan iguales.
El lunes pasado, 29 de septiembre, Mafalda cumplió 50 años. Aunque no me considero fanática de esta chiquitina cada vez que me encuentro con una de sus tiras cómicas no puedo evitar leerla. Desde que la conocí me conquistaron su esponjosa melena, sus calcetines estirados y, por supuesto, la mezcla única de inocencia e ironía de sus palabras. Y precisamente por eso, a propósito de su cumpleaños, me imaginé que al crecer hubiera sido una legendaria copywriter.
Siempre he pensado que la comunicación efectiva se logra con la mejor sinergia entre qué se dice, quién lo dice y cómo lo dice. Y más aún en un discurso, cuando la interacción cara a cara con la audiencia exige –hoy más que nunca- informar, entretener y persuadir.
Desde que comencé a desarrollar proyectos de copywriting online me ha parecido intrigante el doble reto que conlleva llamar la atención de los buscadores y, a la vez, ofrecerles contenidos valiosos a los usuarios.
Mi proyecto empresarial como copywriter en El Salvador llega justo hoy a su primer aniversario. Allá por febrero de 2013, cuando la idea comenzaba a tomar forma y “googleaba” ” ya no recuerdo qué, encontré esta frase: “No puedes esperar el momento perfecto, algunas veces simplemente tienes que atreverte a saltar”. Y todo este tiempo me la he pasado en un salto tras otro hacia nuevas vivencias desde mis zonas de confort más esponjositas.