En febrero del 2023 le conté aquí mismo en el blog mi experiencia descubriendo ChatGPT. Ahora regreso para compartirle algunas reflexiones propias y de expertos renombrados con respecto al uso de esta y otras herramientas de inteligencia artificial; y, sobre todo, le presentaré cómo debe ser la anatomía de los prompts efectivos, a partir de mi experiencia en estos meses.
Sin duda, estamos viviendo una revolución tecnológica imparable, y como profesionales de las marcas ya no hay vuelta atrás: tenemos que convivir con la inteligencia artificial.
He elegido el verbo “convivir” con mucho cuidado porque genuinamente creo que nos está tocando trabajar compartiendo espacio y tiempo con estas herramientas y, por tanto, lo mejor que podemos hacer es aprovecharlas; pero estableciendo relaciones sanas con ellas. Y los prompts efectivos son parte de ello.
Paul Roetzer, fundador y CEO del Marketing AI Institute, ha proyectado que existirán 5 escalas de interacción entre máquinas y humanos en el ámbito de la gestión de las marcas:
- Nivel 0: No se utiliza ningún tipo de inteligencia artificial.
- Nivel 1: El sistema solo utiliza la IA para ciertas tareas; pero depende en gran medida de los aportes y la supervisión del profesional de marketing.
- Nivel 2: Mitad y mitad, donde las máquinas siempre requieren que las personas aportemos e intervengamos para obtener mejores resultados.
- Nivel 3: Predominio de las máquinas que pueden operar sin la intervención humana en ciertas condiciones.
- Nivel 4: Autonomía total de la inteligencia artificial, donde las y los marketeros solo definimos el resultado deseado y la IA hace todo el resto del trabajo.
Así, en opinión de Roetzer, es en los niveles 1 y 2 donde realmente existen enormes oportunidades para mejorar la eficiencia y la productividad; sobre todo por una sencilla razón: las máquinas (aún) no pueden sentir ni pensar como los seres humanos. Y las marcas, para diferenciarse y posicionarse, necesitan conectar con las audiencias de una manera que, por ahora, solo las personas conocemos.
Mi experiencia hasta ahora y algunas precauciones
A partir de lo que he practicado y aprendido en estos meses anteriores, también coincido con la valoración de este mismo experto cuando explica lo siguiente:
“El contenido creado por humanos siempre ganará. Cuando la creación de contenidos con inteligencia artificial se haya vuelto un commodity, cuando podamos crear de esa manera todo el contenido que queramos, lo que la gente va a demandar va a ser contenido hecho por humanos… Para mí, los podcast, videos, eventos presenciales, editoriales, entrevistas y muchos otros formatos, en los que es realmente difícil fingir que un ser humano ha estado involucrado, seguirán triunfando porque está en nuestra naturaleza el deseo de interactuar con otros seres humanos”.
Entonces, en relación con mi trabajo como copywriter desde la Trastienda, puedo decirle que, HASTA AHORA, ChatGPT y otras herramientas similares que sigo probando sí apoyan tareas de búsqueda y recopilación de información en las etapas iniciales de la redacción de contenidos; así como la ideación de diferentes tipos de textos cortos como titulares y cierta publicaciones para redes sociales, por mencionar solo algunos ejemplos. ¡Y sigo aprendiendo a trabajar de forma coordinada con ellas!
Pero en ese mismo sentido reconozco, sin soberbia ni vanidad, que gracias al criterio que he desarrollado en casi 25 años de trayectoria profesional tengo más “tablas” para sortear algunas de las “imperfecciones” de estas herramientas, incluso cuando se usan prompts efectivos, porque pueden:
- Incluir demasiadas palabras repetidas.
- Ofrecer ideas muy genéricas o superficiales.
- Brindar textos planos, con bastantes frases de relleno.
Además, necesitan que se les hagan consultas por partes cuando se trata de textos más largos y aún no pueden aportar la empatía y la creatividad humanas.
Y como estamos hablando de máquinas (aunque se sientan muy humanas cuando interactuamos con ellas) otras precauciones importantes en este contexto son:
- Considere que todo la información que usted le comparte a ChatGPT, inmediatamente pasa a formar parte de su acervo.
- Verifique la información antes de usarla y aliente a esta herramienta para que le entregue datos precisos y confiables.
- Haga una evaluación crítica de las respuestas que brinda; pues no siempre comprende plenamente algunos contextos, matices culturales o consideraciones éticas puntuales sobre diversos temas.
«Cada prompt es un camino, no el destino”
Esta frase la escuché en una capacitación sobre inteligencia artificial en la plataforma de MarketingProfs y me pareció muy acertada. Después de todo, cuanto más específico sea el prompt mejor será la respuesta de los modelos conversacionales de IA.
En dicho curso online también se dijo que ChatGPT es como una calculadora de palabras; y me encantó la analogía porque reconoce que el control para obtener los resultados deseados todavía lo tenemos los seres humanos.
En definitiva, para lograr resultados específicos y satisfactorios, ChatGPT requiere que los humanos formulemos prompts efectivos; y luego procesemos la información, hilemos ideas y desarrollemos adecuadamente cualquier planteamiento, antes de compartirlo con otras personas. ¡No solo hay que cortar y pegar!
Pero, comencemos por el principio, ¿qué es un prompt? Al respecto, el mismo ChatGPT lo define así:
«Es una instrucción, estímulo o mensaje que se presenta a un sistema para solicitar una respuesta o acción específica. En el contexto de la interacción con una inteligencia artificial o un programa de computadora, el prompt es la entrada de texto que el usuario proporciona para obtener una respuesta o resultado deseado. Por ejemplo, al interactuar con un asistente de lenguaje como yo, proporcionas un prompt (instrucción o pregunta), y mi función es generar una respuesta relevante basada en el contenido aprendido durante el entrenamiento”.
Así, a partir de mi experiencia, la anatomía de los prompts efectivos incluye:
1-Razonamiento: Lo primero es una buena reflexión de su parte a fin de que tenga claro qué quiere conseguir.
2-Persona: La perspectiva desde la cual la herramienta debe escribir lo que usted le va a pedir.
3-Tarea: Es la instrucción puntual expresada en un verbo, por ejemplo: escribe, explica, resume, revisa, edita, entre muchos otros. Para ello utilice un lenguaje natural, como su estuviera interactuando con otra persona.
4-Instrucciones paso a paso: los prompts efectivos detallan los elementos o partes que debe incluir el texto solicitado. Solo hay que tener cuidado con la longitud de estas especificaciones. Un prompt demasiado corto puede generar respuestas poco efectivas; mientras que uno muy largo puede ser abrumador y dificultar la comprensión.
5-Contexto: Detallando todo lo relacionado con la audiencia a la que se dirigirán los mensajes. Pero solo debe incluir datos relevantes.
6-Meta: Dígale a ChatGPT cuál es el propósito de ese texto, qué quiere conseguir para su marca.
7-Formato: Y, en algunas ocasiones, también es útil indicar en que formato, medio o plataforma utilizará el texto solicitado.
8-Verificación: Finalmente, si el primer resultado no es lo que espera o necesita, considere que puede iterar y ajustar el prompt o plantear otro nuevo. Formular prompts efectivos es una tarea de prueba y error, donde su criterio tendrá la última palabra.
¡Hasta el próximo mes!