Al menos una vez, creo que todos hemos experimentado la frustración de una página en blanco y el cursor parpadeando con un tic nervioso, mientras que la mente parece un desierto, seco de ideas y palabras. Así se siente el temido bloqueo al escribir.
En 2016 escribí un artículo sobre cómo odiar menos la tarea de escribir, y aunque la palabra “odiar” puede parecer demasiado fuerte, lo publiqué pensando en todas aquellas personas que consideran la escritura una auténtica batalla, una poderosa fuente de estrés. Así que aproveché para compartirles consejos prácticos, algunos de mis preferidos.
Pero en esta ocasión quiero variar un poco el enfoque y hablar primero de las principales causas del bloqueo al escribir, para luego plantearle consejos específicos para cada una de ellas, a partir de mi experiencia directa en estos 11 años dedicándome al copywriting profesional.
¿Falta de inspiración?
No. Nada que ver. La principal causa del bloqueo al escribir suele ser una combinación de ansiedad y presión autoimpuesta. Lo cual puede manifestarse en 5 diferentes formas:
1. Perfeccionismo: Aunque a veces suele considerarse una virtud, ese miedo a no cumplir con estándares altos o a no crear algo «perfecto» resulta paralizante incluso antes de siquiera comenzar a escribir… o a hacer cualquier otra cosa.
2. Falta de claridad: La más efectivo a la hora de escribir suele ser comenzar a hacerlo HASTA que se tiene toda la información necesaria. Además, no tener un enfoque claro sobre lo que quiere comunicar o no entender bien el tema puede hacer que se sienta abrumado/a y sin dirección.
3. Miedo al qué dirán: La preocupación por cómo los demás percibirán el trabajo puede crear una barrera mental que impide escribir con libertad. Lo mejor es relajarse y disfrutar el proceso en sí mismo.
4. Fatiga mental: Esta es quizá la que yo he vivido con mayor frecuencia. Estar agotado/a física o mentalmente reduce la capacidad de concentración y creatividad, lo que puede hacer que el acto de escribir se sienta especialmente difícil.
5. Presión de los plazos: Los plazos estrictos o la presión por las entregas rápidas pueden aumentar la ansiedad, afectando negativamente el flujo creativo.
Derribando las barreras una a una
Cada una de estas causas puede afectar de manera diferente a cada persona. No obstante, ahora quiero que me acompañe en este ejercicio a fin de abordarlas y combatirlas de forma individual, así despejará el camino para que sus ideas fluyan nuevamente.
Contra el perfeccionismo: Acepte la imperfección.
Repita este mantra siempre que sea necesario: el primer borrador no tiene que ser perfecto. Para empezar una primera versión lo mejor es que establezca una meta de cantidad sobre calidad.
Por ejemplo, en lugar de tratar de escribir un párrafo perfecto, desafíese a escribir 500 palabras en 20 minutos. Luego, regrese para revisar y pulir. Esto liberará la presión y le permitirá enfocarse en simplemente poner las ideas en papel o pantalla.
Contra la falta de claridad: Desglose la tarea en preguntas.
Si se siente abrumado, “desmenuce” el tema en una serie de preguntas simples, justo las que usted tiene y para las que necesita respuestas a fin de comprenderlo por completo.
Además, considere aspectos estratégicos, por ejemplo, si está escribiendo una publicación para Instagram o LinkedIn, pregúntese: “¿Qué problema estoy resolviendo?”, “¿Quién es mi audiencia?”, “¿Qué quiero que estas personas hagan después de consumir el contenido?». Al responder estas otras preguntas, también podrá aclarar su enfoque.
Contra el miedo al qué dirán: Escriba para usted mismo/a primero.
Para comenzar, olvide que otros revisarán o leerán su trabajo. Escriba como si el texto fuera solo para usted. Una vez que tenga “algo” en el papel, puede volver a él y ajustarlo para su audiencia, pero este enfoque inicial puede ayudarle a liberar sus ideas.
Contra la fatiga mental: Priorice el descanso y la rutina.
Si se siente mentalmente agotado, no le dé más vueltas, ¡necesita descansar!
Duerma lo suficiente y establezca rutinas que incluyan pausas regulares durante su jornada laboral. Incluso un paseíto al aire libre, aunque sea a la hora del almuerzo o al terminar su jornada diaria, pueden revitalizar su mente.
Además, incorpore actividades que lo/la relajen y despejen, como hacer ejercicio o escuchar música.
Contra la presión de los plazos: Utilice técnicas de gestión del tiempo.
Divida su trabajo en segmentos manejables utilizando técnicas como la Pomodoro, que le permiten trabajar en períodos cortos pero intensos.
Por otro lado, priorice las tareas más importantes y establezca mini plazos internos antes de la fecha límite final. Esto le ayudará a sentirse en control y a mantener un flujo constante de trabajo sin la sensación abrumadora de un único gran plazo.
Otros consejos más innovadores y disruptivos
Combatir el bloqueo al escribir puede requerir otras medidas más rompedoras… inusuales. Y a continuación le presento tres de las que yo he puesto en práctica en lo que va del 2024:
1)Escriba desde una perspectiva inversa, por ejemplo, si está escribiendo sobre los beneficios de un producto, comience describiendo qué pasaría si este no existiera, o incluso las razones de por qué no lo compraría.
También puede probar a intercambiar los roles, imaginado que usted es el destinatario final del texto.
2)Cambie el medio creativo o de escritura: Si siempre escribe en una laptop, cambie a lápiz y papel, o incluso a una pizarra o pliego de papel.
O, por otro lado, deje de escribir y, en su lugar, dibuje, pinte, o incluso cree un collage relacionado con el tema. Volver al proyecto que está escribiendo después de estas actividades no relacionadas proporciona una nueva perspectiva.
3)Cuéntaselo a una IA: Use una herramienta de inteligencia artificial para tener una «conversación» sobre el tema con el que está trabajando.
¡No le pida que escriba los textos por usted! Mejor expóngale sus ideas y dudas; o explore preguntas hipotéticas relacionadas con el tema, del tipo “¿Y si…?”. Luego deje que la IA responda.
Justamente, esas respuestas pueden inspirarle o romper patrones de pensamiento demasiado rígidos.
Y para cerrar, solo quiero compartirle una última idea: ¡Superar el bloqueo al escribir también es una habilidad que se aprende!
¡Hasta el próximo mes!